Para contrarrestar al machismo surgió el feminismo, pero el movimiento de las féminas infravaloradas también tiene lo suyo, pues las puristas del movimiento pugnan por contar con más beneficios que el género opuesto, argumentando superioridad femenina. Otra idea errónea.
Se que a veces como mujeres al llevar históricamente la mayor parte de la responsabilidad de la gestación, cuidado y educación de los hijos, creémos que merecemos más o por lo menos las mismas obligaciones y derechos que los hombres. Claro está que como individuos somos iguales y en general tenemos las mismas capacidades. Aunque no siempre las mamás son las mejores a la hora de cuidar y educar, es sólo que la mayoría desarrolla más su instinto de supervivencia porque culturalmente se le fomenta, jugando con nenucos.
Entonces el macho es un patán: "Si las mujeres quieren igualdad, que hagan todo ellas solas". Y la mujer se vuelve una soberbia-cansada. "Yo puedo, no te necesito"
Ambos se olvidan, de tanto pensar en ganar, de sus diferencias biológicas para anteponer las culturales.
Porque sí somos diferentes; el hombre es físicamente más fuerte, está dotado para engendrar, proteger y aguantar para llevar el alimento, sus hormonas son neandertales. Mientras la mujer está biológicamente diseñada para para incubar el huevo y mantener sano y salvo al bebé, pero sus hormonas son muy traicioneras, se disparan unas a otras.
Seamos realistas, está muy lejano que nos tratemos igual, tampoco es lo que las mujeres necesitamos, al contrario. Necesitamos ser tratadas como mujeres, que durante 9 meses vivimos cambios físicos para ser madres; tener derechos de acuerdo a nuestro actual papel en la sociedad, como trabajadora y/o profesionista, madre, ama de casa y esposa.
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