martes, 22 de abril de 2008

Invitación al vómito



Allí les va un poema...

No quiero escribir versos de amor... como diría Amado Nervo, sin embargo hay uno que ya está escrito y hay días en los que me queda como anillo al dedo:

INVITACIÓN AL VÓMITO

Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.
Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coagulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...
horas entrecortadas por relinchos de angustia.

Tomado de "2" del libro "Persuasión de los días"

Continuará...

miércoles, 16 de abril de 2008

Y la comunicación?



Hay días en que quieres decir tantas cosas, que no sabes qué decir, ni a quién...
Hoy me pasa esto...

Estoy haciendo mi tesis sobre la comunicación de pareja; es como entrar a un hoyo negro, mucha teoría, pero muy difícil de aplicar cuando has recibido un ejemplo en tu casa (con tus padres) de esconder tus sentimientos o de no saber decir de manera directa lo que quieres. En verdad le he dado vueltas al tema, y no comprendo como los hombres modernos (hablo de la humanidad en general), no han entendido lo importante de la inteligencia emocional y de no guardarse sus sentimientos, y me refiero a hombres y mujeres, porque a pesar de que el género masculino es más cerrado a platicar sus depres o miedos, por aquello de que hay que ser muy machos, los hombres no lloran!. Las mujeres también hemos tomado esta actitud.

Como nadie quiere ser lastimado se guarda sus "cursis" emociones, pero realmente somos tan rudos?

No lo creo, todos necesitamos arrumacos, digo arrumacos que conllevan sentimientos no carnales, nadie dice que lo carnal puro sea malo, pero también la carne cansa (aunque no me crean, y sí lo digo yo). Si a parte de tener un buen sexo tenemos conversaciones ricas y hasta ordinarias, sin caer en rutinas, nos empezamos a retroalimentar con el otro y hasta nos quedamos horas en la camita disfrutando del pos- orgasmo; la relación ya es más completa, se llenan huecos sentimentales (aclaro sentimentales) y somos más felices.

Sólo que como decía, sí es difícil lograrlo, aunque no por eso vamos a aguantarnos con nuestra comunicación deficiente, porque no sólo con la pareja hay que ser directos, eso aplica con todos los que nos relacionamos, nos evitaríamos muchos problemas.

Bueno, igual y les gusta vivir así, para reconciliarse todo el tiempo. Si es así, sigan comunicándose a medias haber qué sale... porque de que truena, truena.

jueves, 10 de abril de 2008

La bienvenida


Empezando el devenir por estos sitios, me pregunto cómo será la bienvenida, las hay con mucho fervor, con poca expectativa, a fuerza, con flojera, por sorpresa... y más.


La bienvenida más importante en mis largos veintitantos años de vida ha sido ni más ni menos, la que le dí a mi hija, quien me sonrió desde las primeras horas que pasamos juntas, no puedo decir que salté de gusto porque después de una cesárea con anestesia general es muy difícil, tampoco describir todo lo que sentí, pues se conjugaron diversas emociones: sorpresa de haber dado vida, de conocer el rostro de mi hija, ternura, miedo a no ser lo suficientemente buena, empezó a caerme el veinte de que ya era madre, mucha felicidad de que todo haya salido bien.


Todavía llego a pensar ¿a poco yo pasé todo eso?


Ahora ella me da las mejores bienvenidas a casa y cada mañana con una sinceridad inigualable, que me hace sentir muuuuuy bien.


Así sean bienvenidos a este espacio donde espero encuentren cosas gratas y alternativas. Buenas recetas y mmm... lo que se me vaya atravesando.